Agresiones a médicos: las cifras que explican el problema

Las agresiones a médicos vienen ocupando titulares en la prensa nacional en los últimos meses. En este articulo intentaremos dar una visión general de como afecta este problema a los profesionales del sector en España.

agresiones a médicos

La Organización Médica Colegial lanzó un informe hace poco más de un mes en el que recopilaba datos sobre este tipo de casos en 2017 y de él se sacan conclusiones preocupantes. La primera es el aumento de los ataques por tercer año consecutivo. Si bien es verdad que hasta 2014 se habían sucedido años en los que este tipo de delitos descendían, llevamos tres años consecutivos al alza, superando el pico alcanzado hace seis años. Durante el 2017, se superaron las 500 denuncias y para ello se han tomado una serie de medidas concretas. 

Destaca la anunciada el verano pasado: el Ministerio del Interior creó el cargo de “interlocutor policial territorial sanitario”. Era un intento de disminuir esta cifra alarmante.

Agresiones a médicos por región

Si desgranamos los datos por Comunidades Autónomas, Andalucía, Cataluña y Madrid lideran la lista de número de atentados. Se produjeron 117, 98 y 84, respectivamente. Esta cifra puede resultar engañosa, ya que no se tiene en cuenta ni la población, ni el número de profesionales trabajando en cada región. Si miramos la tasa de agresiones a médicos, teniendo en cuenta el número de colegiados por territorio, la situación es peor en Extremadura y Cantabria: 3,81 Y 3,32 ataques por cada 1000 profesionales, respectivamente. En Navarra, sin embargo, no se notificó ninguna a lo largo del año pasado. Le siguen Aragón (0,45) y Castilla y León (por debajo de una agresión por cada millar de médicos).

Causas de las agresiones a médicos

Este mismo informe también nos facilita las causas que desencadenaron las agresiones a médicos: la principal sigue siendo las discrepancias con la atención (40%). Les siguen la falta de entendimiento personal (15%), que el facultativo no recete lo que el paciente pide (12%), redacción de informes que no cumplen las exigencias del paciente o el tiempo tardado en ser atendido (10%). Por último, con un 7%, el mal funcionamiento del centro.

Si nos centramos en el tipo de ataques, los más comunes son las amenazas (56%), seguidos de insultos (32%). Las agresiones físicas que provocaron lesiones supusieron un 12% del total.

Cabe destacar que la mayoría de los casos denunciados se producen en centro públicos: hasta el 87%. Por tipo de centro, más de la mitad se producen en Atención Primaria, y un 16% en Urgencias. En los hospitales, el porcentaje es menor que el año anterior, disminuyendo a un 31%.

También es importante resaltar  que este estudio no encuentra ninguna diferencia importante entre sexos o edad. Es decir, no determina un grupo de riesgo si nos centramos en uno de estos dos factores.

Queremos recordar que una agresión a cualquier trabajador sanitario (física o verbal) constituye un atentado a la autoridad pública desde la reforma del Código Penal. Ahora, los trabajadores del sector están más protegidos, pero la ley no se puede aplicar si no se denuncia. En Op Abogados somos especialistas en derecho sanitario. Desde nuestro bufete animamos a cualquier médico a denunciar en caso de haber sufrido una agresión.