Consentimiento informado. Si lo firmo, ¿puedo reclamar una negligencia médica?

Al entrar en un quirófano, o al realizarnos cualquier tratamiento terapéutico, en el hospital nos piden que firmemos el consentimiento informado. Es una especie de contrato en el que consientes dicha operación, asumes los riesgos secundarios y, además manifiestas no padecer determinadas patologías o condiciones que dificultarían el proceso.

Los pacientes que han sido víctimas de una negligencia médica se pueden plantear si al haber firmado este documento, pueden seguir denunciando esa negligencia. En este artículo nos centramos en dilucidar si es posible reclamar una negligencia al haber firmado el consentimiento informado.

El consentimiento informado

Para saber qué es exactamente el consentimiento informado, nos remitimos al artículo 3 de la Ley 41/2002:

la conformidad libre, voluntaria y consciente de un paciente, manifestada en el pleno uso de sus facultades después de recibir la información adecuada, para que tenga lugar una actuación que afecta a su salud.

La información asistencial

Este derecho está muy ligado al de la información asistencial, que se detalla en los artículos 4 y 5 de la misma ley:

derecho a conocer, con motivo de cualquier actuación en el ámbito de su salud, toda la información disponible sobre la misma, salvando los supuestos exceptuados por la Ley. Además, toda persona tiene derecho a que se respete su voluntad de no ser informada. La información, que como regla general se proporcionará verbalmente dejando constancia en la historia clínica, comprende, como mínimo, la finalidad y la naturaleza de cada intervención, sus riesgos y sus consecuencias.

El paciente ofrece su consentimiento (o lo declina) de forma verbal, aunque el artículo 8.2 recoge determinadas circunstancias en las que sí que debe quedar reflejado por escrito:

Sin embargo, se prestará por escrito en los casos siguientes: intervención quirúrgica, procedimientos diagnósticos y terapéuticos invasores y, en general, aplicación de procedimientos que suponen riesgos o inconvenientes de notoria y previsible repercusión negativa sobre la salud del paciente.

Todo derecho reconocido en una ley tiene sus límites, en el caso del consentimiento informado hay una serie de supuestos en los que no es necesario:

  • Cuando existe riesgo para la salud pública a causa de las razones recogidas por la Ley. La autoridad judicial deberá ser comunicada de las medidas adoptadas en consecuencia en el plazo de 24 horas.
  • Cuando hay un riesgo inmediato grave para la integridad física o psíquica del paciente y no se puede conseguir su autorización. Se deberá consultar a familiares o a las personas vinculadas a él.

Cuando puedo reclamar una negligencia médica

Una vez establecido el consentimiento informado y sus límites vemos si, al haberlo firmado, dejamos de tener derecho a denunciar una negligencia. Se puede pensar que, al asumir “riesgos” de una intervención, estás asumiendo cualquier complicación que te puede pasar. Esto no es así. Hay que analizar caso por caso. Al realizar la investigación, se tiene que dilucidar si las complicaciones se debieron o no a una negligencia médica. Para aclararlo más, sí es verdad que hay complicaciones o efectos secundarios a los que te expones en algunas intervenciones médicas, ante las cuales ellos tienen la obligación de informarte (como hemos explicado antes). Esto no quita que si ese perjuicio o complicación se debe a que el profesional sanitario no ha seguido los protocolos establecidos. Debe ser un perito médico el que evalúe si se ha producido así o no.

Conclusión

Por lo que concluimos que sí puedes denunciar una negligencia médica aún habiendo firmado el consentimiento, pero será un técnico especialista el que determina si el médico no ha seguido el protocolo correcto (estaríamos hablando de una negligencia) o bien no se te ha informado de las consecuencias de la operación (la reclamación sería por privarte del conocimiento de todos los riesgos, siempre que no se den una de las excepciones recogidas en este artículo).

Lo recomendable es poner un asunto así de delicado en manos de un abogado especialista en derecho sanitario que te puede indicar si tienes posibilidades de denunciar o no. Así no pierdes el tiempo en un proceso judicial sin saber las posibilidades que tienes de salir victorioso.